_ Hola?
_ Repito. Hola. Como te llamas?
_ Y por que tendría que responderte?
_ Por que quizás tienes deseo de hablar. Porque observe tu cara y me pareció que debías ser una buena compañía.
_ Pues te equivocas rotundamente. No soy bueno con las palabras. Prefiero el mutismo antes del discursillo barato que esperas. Y... Que me ves!!! Estas tratando de analizarme o descubrir lo que podría aportar la insensatez a ustedes simples humanos?
El silencio otorga. Pues déjeme permanecer incólume a tus preguntas. No responderé mas nada. Definitivamente no! De que sirve pronunciarse o dar explicaciones cuando por tu cara nadie te presta la mas mínima atención. Ya! De acuerdo! Hablare. Hablare, pero no sin antes demostrarte que pierdes el tiempo.
Primero que nada: Ves mi rostro? Es horrible cierto?. Quizás fuese mas gracioso si esta nariz no estuviese desviada al norte. Es como una brújula magullada y un tanto oxidada. No ahondaré en el obvio desperfecto que corona mis ojos, desperfecto que los hace parecer un objeto en vitrina.
Que te puedo decir de este enjuto físico, de la evidente carencia de carne al rededor de estos sobresalientes huesos. Del inmenso espacio entre mis rodillas. De estos enormes pies que me hacen parecer hombre rana... Y, bla, bla, bla.
Si sonrío dejo en claro el exceso de cafeína, sin mencionar el tabaquismo enfermizo y una que otro pleito solucionado con los puños.
Te haré una lista: Tengo la espalda curva; me como las uñas; tengo ojeras; mi nariz parece un tubérculo; no se vestir bien, bueno, eso es lo que dice el madito gusto popular; soy lampiño; mis cabellos son extremadamente crespos; una pequeña dificultad auditiva; una barriga de viejo alcohólico; las rodillas chuecas... Creo que eso ya lo mencione, continuo: aliento de cenicero, de vaso lleno con vino tinto o de domingo por la mañana; por la delgadez no tengo glúteos y si las costillas fuesen cuerdas, fácilmente podrías tocar guitarra con ellas; los dedos desviados; una uña encarnada; y por si fuese poco, la gente me tilda de mal genio.
_No crees que son todas estas buenas razones como para callarse y continuar afeitándose?
_ En realidad tienes razón...
_ Repito. Hola. Como te llamas?
_ Y por que tendría que responderte?
_ Por que quizás tienes deseo de hablar. Porque observe tu cara y me pareció que debías ser una buena compañía.
_ Pues te equivocas rotundamente. No soy bueno con las palabras. Prefiero el mutismo antes del discursillo barato que esperas. Y... Que me ves!!! Estas tratando de analizarme o descubrir lo que podría aportar la insensatez a ustedes simples humanos?
El silencio otorga. Pues déjeme permanecer incólume a tus preguntas. No responderé mas nada. Definitivamente no! De que sirve pronunciarse o dar explicaciones cuando por tu cara nadie te presta la mas mínima atención. Ya! De acuerdo! Hablare. Hablare, pero no sin antes demostrarte que pierdes el tiempo.
Primero que nada: Ves mi rostro? Es horrible cierto?. Quizás fuese mas gracioso si esta nariz no estuviese desviada al norte. Es como una brújula magullada y un tanto oxidada. No ahondaré en el obvio desperfecto que corona mis ojos, desperfecto que los hace parecer un objeto en vitrina.
Que te puedo decir de este enjuto físico, de la evidente carencia de carne al rededor de estos sobresalientes huesos. Del inmenso espacio entre mis rodillas. De estos enormes pies que me hacen parecer hombre rana... Y, bla, bla, bla.
Si sonrío dejo en claro el exceso de cafeína, sin mencionar el tabaquismo enfermizo y una que otro pleito solucionado con los puños.
Te haré una lista: Tengo la espalda curva; me como las uñas; tengo ojeras; mi nariz parece un tubérculo; no se vestir bien, bueno, eso es lo que dice el madito gusto popular; soy lampiño; mis cabellos son extremadamente crespos; una pequeña dificultad auditiva; una barriga de viejo alcohólico; las rodillas chuecas... Creo que eso ya lo mencione, continuo: aliento de cenicero, de vaso lleno con vino tinto o de domingo por la mañana; por la delgadez no tengo glúteos y si las costillas fuesen cuerdas, fácilmente podrías tocar guitarra con ellas; los dedos desviados; una uña encarnada; y por si fuese poco, la gente me tilda de mal genio.
_No crees que son todas estas buenas razones como para callarse y continuar afeitándose?
_ En realidad tienes razón...
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