jueves, 4 de diciembre de 2008

Donde estas.

¿Porque me dejas? ¿Por qué danzas delante del público desnuda y te vendes como una puta? Yo creía ciegamente, mis palabras eran tu reflejo y tus palabras aunque siempre impías fueron amables.

Te tome. Fuiste mi amante apasionada en las noches de grillos y gatos mañosos. La princesa del cuento que me contaba mi abuelo para pasar el insomnio y ahora, y ahora te apasiona otro yo con distinto terno; aunque siempre mi alma difracionará la tuya.

El cuerpo ya no es el mismo de antes, las cicatrices de embarazos múltiples te avergüenza pero no te detiene. No puedes y no resistes la idea de estar sola. Eres la mesa más concurrida y mejor ubicada de este triste restaurante ambulante ¡Cuánto cobras! ¡Cual es el vago precio por hacer el amor contigo! ¡Ya estoy tieso, es mi turno!

Aunque siempre robe frases de otros más elocuentes, siempre, siempre mis palabras fueron sinceras e impolutas. Me machacaste como un ajo para aliñar el chancho y me dejaste desamparado al aire del desconsuelo y a pesar de ser culpable de la inmolación de tu partida, soy, el culpable de tu viaje.

Eras mi norte y ahora danzas provocadoramente tratando de cautivar a otro impúber. No te será en extremo difícil. Aunque ya estas vieja y magullada eres en extremo atractiva ¡Te amo zorra pendenciera!