miércoles, 23 de mayo de 2007

El paragua me nivela y me ayuda en lo moral.

por: Rodolfo Poblete

Aun cuando la mañana se vuelve cada vez mas fría y el sol se torna cada vez mas frio, la sonrisa en su cara es mas notoria y mas grande.

En una urbe donde nadie puede ser feliz, aunque tenga razones para serlo, el homo comunis sigue siendo un manojo de tristeza y enojo. Pero nuestro personaje sigue sonriendo. Hasta baila y canta mientras camina entre zombies de corbata. Nadie lo nota, pero el cigarrillo en su mano emite un hedor que se puede sentir a cuadras de distancia, provocando mas de una salivación involuntaria y enojo en un transeúnte que estornuda como si un hawker hunter volara por su cabeza... mas de alguna señora ricachona le grita "inmoral", pero sigue su marcha sin notarlo.

Al rato un señor investido con un uniforme verde se acerca a increpar a nuestro personaje.

-No puedes hacer eso delincuente, esa es la marca del demonio!!

-El verdadero demonio- responde con aire tranquilo pero desafiante- es un gigante que por un misero beneficio económico permite que muera África habiendo un antídoto.

-Pero lo que tu haces es inmoral.

-Lo único inmoral en esta escena es que tu me vengas a hablar de moral, no has escuchado ese dicho "respeta para ser respetado", yo no puedo respetar a alguien quien reprime.

-Los niños te pueden ver

-Los niños me pueden ver... ese es el objetivo, que nada se les oculte, ellos deben conocer ambos lados de la moneda, no la estigmatizada por ustedes.

-La ley lo prohibe

-Y quien sustenta dicha ley?, puedes por favor responder.

-El estado

-El estado dejo que muriera gente congelada en las calles, el estado permite que jóvenes mueran peleando entre ellos, el estado me margino a una población enclavada en un cerro porque dábamos vergüenza cerca del centro de esta ciudad infesta como lo es Viña, no puedes decirme nada parecido. Dejo tu ciudad si lo que quieres decirme es que soy un delincuente, pero ten en claro, un idiota no soy.

Cuando retoma su caminata, nota que mucha gente lo observa admirada por sus palabras... lo cual a el no le importa.

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